8 dic 2011

Una clave de sol muda




Un silencio empezaba a tomar forma tras aquella partitura inmaculada. Podía sentirse casi palparse pero no se podía ser consciente de la fuerza con la que entraría a escena. Con su aparición, el sonido se tornó helado, irreconocible y, sobre todo, intrigante porque las razones que habían llevado a tocar ese silencio se hallaban escondidas en una partitura en blanco.

En una simple pausa una larga melodía, que durante tanto tiempo se había estado tocando, perdió su orden, su voz, a la espera de que ese silencio indefinido y preponderante decidiera el punto en el que volver a dejar sonar o finalizar la pieza musical que con tanto esmero danzaba emitiendo un sonido mágico y embriagador.

Ahora mismo sólo puede oírse lejana la música de la nota negra, que sigue tocándose a sí misma porque no pierde la esperanza de que la nota blanca decida volver a formar parte de la partitura.

El silencio se irá tarde o temprano porque ningún músico puede tocar uno tan largo, de la misma manera en la que una melodía compuesta por dos seres no puede ser tocada por uno solo eternamente.

Jearci Brown

Jearci Brown
Hoy han de llover estrellas porque no he de llorar por penas, hoy te haré el amor? yo, el enamorado poeta con letras de mil poemas mientras el sol paga su condena.

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