1 mar 2014

Para ti, mi pequeño amigo.

Hoy me dirijo a ti, estás entre las pocas personas a las que he dedicado unas líneas en mi vida y, ciertamente, no se me ocurre una ocasión más apropiada que esta.

Antes que nada quiero decirte que sigo aquí, al otro lado, que no me he olvidado de ti aunque, de momento, prefiera mantener una distancia relativa contigo. Creo que es tiempo de dejar espacio para no abrumar, para que todo lo que lleves por dentro se apacigüe porque, supongo, tendrás a muchos y muchas pendientes de tu persona, esos y esas que te quieren y que, por esa misma razón, intentan trasmitirte su amor y fuerza pudiendo llegar a tener el efecto contrario a el motivo que los y las mueve. Y yo no quiero arriesgarme a ser uno más, por eso hago uso de la prudencia.

Pero sigo aquí y seguiré hasta que desees que así sea. Que el tiempo diga que ya nosotros dispondremos.

Esta noche, justo antes de sentarme a escribirte, he deseado con todas mis fuerzas poder vaciar tu ánima de todo ese dolor y pesadumbre que debe recorrerte de arriba-abajo, y llenarla con toda la alegría que había en el lugar de donde acabo de llegar: una energía positiva increíble, con colores maravillosos allá por donde los ojos se expandían, risas, bailes, música, olores sugerentes de ricos platos…felicidad en el estado más puro. De eso me gustaría llenarte el alma y la vida. Creo que no hay deseo más bonito que se pueda tener para con alguien.

Bien es cierto que no somos amigos en el sentido literal de la palabra, pero por algún motivo que aún sigo sin conocer o identificar, te tengo en gran estima y despiertas en mí la ternura y el cariño que solo mis grandes amigos, lo pocos de toda la vida y que cuento con una sola mano, consiguen despertar. Quizás sea por eso por lo que te he ofrecido mi corazón, mi amistad y mi fuerza desde el momento en el que nuestros caminos se volvieron a cruzar.

Todo pasará, el tiempo te sanará el alma y el corazón y tú volverás a ver la vida con la grandilocuencia que lleva implícita. Estoy tremendamente orgulloso de ti, de la fortaleza, el coraje  y la madurez con la que has afrontado lo que te ha tocado vivir. Lejos de ser reiterativo, quiero volver a recalcarte que podrás con todo lo que te venga, porque eres muy fuerte; que la vida te recompensará con creces por las malas experiencias que han llamado a tu puerta y que volverás a acoger la dicha y la felicidad en tu existir.

Mientras tanto yo, seguiré aquí,  viéndote y acompañándote en esta lucha y cuando  hayas conseguido la victoria, cosa que harás más pronto que tarde, entonces será el momento de decidir si permanezco a tu lado o sí será el punto preciso de alejarme del todo; que el tiempo diga y disponga. Entre tanto, cuentas conmigo, mi amistad y cariño incondicional y desinteresado, mi pequeño amigo.

Y recuerda, al final, pase lo que pase, el sol siempre terminar por salir. 

Jearci Brown

Jearci Brown
Hoy han de llover estrellas porque no he de llorar por penas, hoy te haré el amor? yo, el enamorado poeta con letras de mil poemas mientras el sol paga su condena.

Archivo del blog

Powered By Blogger