
Negras cortinas de humo
Oprimen y oscurecen nuestro lugar
Encuentro el alivio pronunciando tu nombre
Grandilocuente y curativamente pacífico
Uniones y juramentos rotos
Zambullen mi ser en las profundidades
Manejando el dolor y la amargura a su antojo
Avivando las ganas de perderme en tu esencia
Negándome el derecho y la libertad de olvidarte
Mirarte recuerda lo perdido
Ejemplificarte dificulta la búsqueda de tu sucesor
Limita mi perspectiva y enarbola tu ser a mi ser
Intriga el futuro, el presente y sobre todo el pasado
Arrojándome a la desesperación y la culpa
Niquelando el rastro que dejan tus huellas
Reverbera tu voz en mis adentros
Omnipresente sombra divina
Dulce sentimiento de vida
Represéntate como el sol en las mañanas
Ilumina el sendero por el que deambulo
Guíame devuelta a tus brazos
Úneme de tu nuevo a tu pecho
Entrégame de tu nuevo tu alma
Záfame de la pena que conlleva el alivio.