¿Qué mal he hecho?
Haciendo a las sombras más oscuras,
Al infierno más caliente.
Han construido el escenario donde van a colgar al inocente
He hilado con mis cabellos oscuros la soga con la que me colgarán y romperán el cuello.
Siniestras fueron mis acciones
Ante los ojos de esos mismos que clamaban mi inocencia,
Mientras en la santidad de sus mentes impías,
Eran los mismos que me convertían en verdugo.
Grises son las nubes que deambulan hoy.
Grises son las manos que apuntan en mi dirección.
Grises son las mentes de aquellos que claman justicia.
Blanca mi alma.
Blanca mi mente.
En blanco me han convertido.
Rabia que afila las zarpas antes de cazar a su presa,
Pena mezclada con el barniz que usarán para pintar mi ataúd,
Decepción que viene con tintes azulados,
Dorados de esperanza.
Un nuevo mañana donde lamerme las heridas
Y sanar del daño infligido.
Perdón, elocuente significado en labios que tartamudean
En manos que tiemblan al escribir.
Si sale de mi boca,
De mi puño y letra,
Entiende, tú extraño ser que clamabas camaradería
Que la palabra tiene peso y cadencia,
Porque ni mis manos ni mente son siniestras.
Al otro lado del camino,
A donde de mi propio hacer he emprendido,
Y en donde tú has decidido no darme la mano,
Te comparto mi perdón
Y también mi olvido.