Cuatro estaciones
han pasado desde tu partida
Y cuatro fueron
las palabras de despedida
De la tuya, no la
mía
Yo me quedé como
vela a media asta
Como capitán sin
barco
Como océano sin
viento, inmóvil
Casi como a la
espera
Como arena blanca
que anhela brisa.
Me volví alma de
yeso con elegante traje de grietas
Miles de pequeñas
gotas de agua se adentraron en ellas
Intentando
limpiarla, arrastrar tu huella
Y un cálido día
de época de sol y sequía, ceso la lluvia
Con solo una
palabra
Una de las tuyas,
no de las mías.
Entonces aparqué
tu nombre en el tiempo
Y te dejé atado
al pasado
Te convertí en
recuerdo
Hasta que un buen
día, con los primeros rayos de luna
Todo lo que
habías sido se convirtió en atisbo
Quedándote en un
pequeño lugar de mi memoria.
En frías noches
como esta
Cuando mi boca
saborea tus letras
Pienso en ti con
ternura
Y flashes del
principio
Como aquel primer
tímido beso tuyo
En las entrañas
del silencioso edificio testigo de vidas ficticias
O aquel San
Valentín en el que nos amamos a la luz de las velas
Vuelven a mí
para enseñarme
Que en mis
adentros solo quedan cicatrices de una vida pretérita.