1 feb 2012

Apenas





Aquí donde me encuentro apenas hay luz.

Aquí donde me encuentro solo las sombras me hacen compañía, incluso a veces me susurran cosas al oído. Sus palabras son una especie de cura que cose la cicatriz que hay en lo más profundo de mi ser. Quizá esta sensación signifique que estoy muerto porque se puede vivir y estar muerto al mismo tiempo.

Aquí donde me encuentro, apenas hay ruido, solo se escucha el sonido del propio silencio, es casi como si mantuviera una batalla consigo mismo por mantener la quietud y tenebrosidad en la que se encuentra envuelto. Esa tenebrosidad se ha convertido en mi nuevo hogar. Dentro, las paredes están bañadas por el cálido tono de la oscuridad y adornado por una soledad que sosiega cualquier sentimiento de añoranza que puedan echar abajo los cimientos que tanto me han costado construir desde que se fue.

Aquí donde me encuentro estoy bien, y lo estoy porque he aprendido a vivir medio muerto, solo que es el alma la que esta bajo tierra, porque el cuerpo apenas está en periodo de descomposición.

Aquí donde me encuentro, no hay sitio para nadie ni para nada más. Solo estoy yo.

30 ene 2012

Cicatrices



Corrí con todas las fuerzas con las que me fue posible, tan rápido como pude pero no conseguí llegar a tiempo. La oscuridad se me echó encima y me atrapó con sus miles de brazos gélidos y putrefactos, dejándome igual que ellos, no parecido, sino igual.

Lo perseguí por largos caminos, atravesando senderos cubiertos de espinas que con cada paso me cortaban la piel y hacían sangrar cada poro de mi piel. Lo perseguí incluso cuando no quedaba ni una gota de sangre en mi cuerpo porque no me importaba morir desangrado si lo hacia entre sus brazos. Aún sigue sin importarme. Continúo corriendo tras él, siguiendo las huellas que deja allá por donde va.

No podría hablar jamás de desamor, porque sé que el amor está presente siempre en mi vida y, de alguna forma, un poco en la suya. Puedo hablar de un vacío interno, de un desgarro por el que me arrancaron el alma, como a un pescado al que le quitan las entrañas.

Siempre he creído en el destino, en su justo juicio y en la sabiduría de sus decisiones. A ese respecto puedo añadir que verdaderamente estoy convencido de que si nuestro destino debe ser estar juntos algún día él volverá, sólo espero que si ocurre no sea lo suficientemente tarde como para haberme perdido y, es por eso por lo que aún sigo corriendo tras su rastro.

Es un sabio consejo y un sabio consejero él que intenta enseñarte que nunca se debe amar con todo el corazón y darlo todo por el todo, mas de qué otra manera se puede amar. Yo nunca supe quererlo de otra forma.

Me hizo tan inmensamente feliz, incluso ahora, cuando nuestras miradas ya no se cruzan, ni existen caricias ni besos, al escuchar su risa o al ver una sonrisa dibujada en su rostro, me hace inmensamente feliz.

Yo estoy convencido de que el primer amor es el único y el verdadero, porque es el que te abre las puertas a un mundo lleno de pequeños detalles maravillosos, a un torbellino de sentimientos y sensaciones que sólo se pueden vivir una vez en la vida, aunque después, con el paso del tiempo, surjan otras que intentan suplantarlas. Nunca serán igual de mágicas. Por eso creo que si se tiene más amores únicamente sirven para olvidar al primero.

Y es que, qué valor se le puede dar a una mirada cómplice, a un gesto de amor del ser amado, yo creo que cualquier cantidad se torna una nimiedad ante algo así, porque cuando se ama de verdad esos momentos dejan de ser esencia y es casi como si adquirieran vida propia.

No puedo estar seguro a ciencia cierta de que algún día él vuelva a mí ni tampoco de que yo le esté esperando o de que le siga amando eternamente, pero de lo que si puedo estar seguro es que la mitad de mi ser, mi alma y mi capacidad de amar se fueron con él, y de que ahora es dueño perpetuo de ellos. Porque el primer amor no se olvida, se aprende a vivir sin él, porque no te pueden arrancar el alma sin dejar una cicatriz que no se borrará nunca, porque no se puede enterrar lo vivido sin dejar barro en los zapatos, porque sus caricias, sus besos , su esencia se quedaron grabados en mi piel, en mis recuerdos.

Quizá con el tiempo consiga dividirme y ser dos seres distintos: él que lo amó y murió con su partida y él que aprendió a vivir tras ésta.

Jearci Brown

Jearci Brown
Hoy han de llover estrellas porque no he de llorar por penas, hoy te haré el amor? yo, el enamorado poeta con letras de mil poemas mientras el sol paga su condena.

Archivo del blog

Powered By Blogger