Parecía
que nos veíamos
Él y yo, en armonía.
Sin filtros, sin retoques, pura magia,
Él y yo.
Parecía que nos entendíamos,
Sin pronunciar palabra,
O bailando delicadamente por y sobre ellas.
Parecía que podíamos ser,
Él y yo.
Yo lo veía, como se ve a través de un cristal.
O como el reflejo propio sobre el agua cristalina.
Como cuando se mira al sol y su luz no duele.
Y solo se siente una caricia tibia.
Él y yo, en armonía.
Sin filtros, sin retoques, pura magia,
Él y yo.
Parecía que nos entendíamos,
Sin pronunciar palabra,
O bailando delicadamente por y sobre ellas.
Parecía que podíamos ser,
Él y yo.
Yo lo veía, como se ve a través de un cristal.
O como el reflejo propio sobre el agua cristalina.
Como cuando se mira al sol y su luz no duele.
Y solo se siente una caricia tibia.
Aún lo veo, desde la distancia que da el conocimiento.
Desde el respeto que dan los límites.
Desde el amor propio que no te permite romperte.
Yo lo veo.
Quiero vernos,
Como se ve a otros andar por los paseos marítimos,
O junto a la orilla del río.
En medio de parques o sentados alrededor de una chimenea.
De la mano o abrazados.
Quizás un beso en la mejilla,
O uno delicado en los labios.
Así, dulcemente,
Nos veía pero ya no más.
He cerrado los ojos.
Y dejado el corazón abierto.
Aunque él siga habitando un pequeño espacio,
Y sea quien mantiene la puerta
abierta.
Los he cerrado, con él como última imagen.
Y sé, que un día , cuando los abra de nuevo,
Y sé, que un día , cuando los abra de nuevo,
Aunque lo vea,
No habrá dolor o nostalgia,
Solo el gozo de haber sentido y estar despierto.
Solo el gozo de haber sentido y estar despierto.
¡Qué bonito es sentir!