Te maté
En el mismo instante que saliste de mi Edén.
Te extinguí
No con los dedos húmedos que apagan la llama
Sino de raíz.
Te corté
Usando tijeras, machetes y cuchillos
Me desprendí de ti.
Te aparté
Como el polvo que barre el cepillo
Te recogí y te tiré.
Te olvidé.
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